domingo, 13 de noviembre de 2011

El Pontón de la Oliva.

  El Pontón de la Oliva es una presa española, hoy en desuso, situada en la Sierra de Ayllón, al noreste de la Comunidad de Madrid y al noroeste de la provincia de Guadalajara. El embalse es el sexto y último con el que se encuentra el río Lozoya en su curso, y a su vez es el más antiguo (construido en 1857) de todo el sistema de presas y canalizaciones del Canal de Isabel II, red que suministra el agua potable a la capital de España y a buena parte de la comunidad. La siguiente presa en antigüedad es la Navalejos, ubicada seis kilómetros aguas arriba.

Hace mucho tiempo que no volvía por allí, en aquella época todavía tenía pelo en lo alto de la cabeza, pero que no fuese no significa que fuese feo, ni mucho menos, debe de ser de los sitios más guapos de Madrid que yo conozco.

   Además ofrece una amplia variedad de entretenimientos, desde el típico paseo matutino a los más arriesgados deportes.

   Solía celebrar allí los cumpleaños, junto con mi hermano, que los cumplimos casi a la vez, Como el local es grande, juntábamos a los amigos, a los amigos de los amigos y algún que otro enemigo camuflado.

   Recuerdo una ocasión que mi padre nos hizo ajoblanco, nos juntamos unos cuantos alrededor de la hortera y allí bajo unos álamos, a la sombra, dando cuenta de tan exquisito manjar se nos caga un pájaro atinando en el mismo centro de la diana..., la solución fue un tanto pintoresca, como había hambre, consensuamos que el último y poco deseado ingrediente era más denso y se había ido al fondo, y así nos comimos el resto del ajoblanco dejando tan solo una espurraja, que era, a todas luces, la Cagada.







   Los cumples podían durar todo el finde, así que había tiempo para to.


   En otra ocasión, ya por la noche y a la luz del fuego, a Nacho, se le ocurrió salir a corretear por un descampado, la mar de llanito, supongo que sería a poco de llegar un Viernes que fuimos a pasar todo el fin de semana, por que si no no me explico..., bueno, el caso es que al momento llega chorreando de agua de los codos para abajo, al parecer debajo de la alfombra de hojarasca del "campo de futbol" como lo llamó él, había, y todavía lo hay, charcón como el del Castañar, en cuanto llego corriendo al campo de fútbol, como no era Jesucristo, ni, que sepamos, tiene estrecho parentesco con El, se cayó al agua, al parecer la hojarasca no tenía bastante flotabilidad como para sostener su peso..., me parece que aquella tiene que ser de las veces que más me reído en mi vida.
https://picasaweb.google.com/114078663023770316794/PotonDeLaOliva

El campo de fútbol.

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