viento en popa a toda vela
no corta el mar, si no vuela
estoooo…, no! no era esto lo que quería poner, pues sí que me he levantado espabilado!
A ver, la cosa va de la tontería esta de darse un madrugón para hacer una ruta preciosa en el peor momento posible del año. ¿Que qué quiero decir? Paso a describir el despropósito al que me refiero:
Comencemos por la propuesta de quedar en el metro a las 6:40, vamos a ver…, a esas horas los operarios están colocando las vias!!!, no hombre, no! menos mal que la cordura se apoderó de alguien y quedamos a las 7:30 en la tienda de Mybikesport para ir con nuestros medios de locomoción particulares. A esas horas por lo menos en las calles ya han puesto el aire y el asfalto.
Luego está el pronóstico meteorológico…, ¡¡pero si estaban avisando de una ola de frío y amenazaban nieve y todo!! Así fue como subimos El valle de la Fuenfría, con cinco grados celsius bajo cero, viento racheado y una niebla que hacía penetrar el frío hasta los huesos. ¡Cómo estaría la situación que todos los mecanismos bien engrasados se quedaban pastosos y las amortiguaciones dejaron de cumplir su función! ¡El aceite estaba tan trabado como un queso!
A pesar de todo, la característica vena aventurera y sufrida del ciclista nos llevó a consumar con exíto la ruta y hubo quien en un alarde de gallardía nos hizo un estriptis con la supuesta razón de cambiar de camiseta para comenzar la bajada.
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¡Hay que joderse…!
